Ricardo Capella Mateo es el cónsul general de Venezuela en Barcelona, España, y en abril de 2016 fue grabado por activistas venezolanos en una cafetería cercana a la Plaza de Urquinaona, donde está la oficina diplomática.
Sentado a la mesa y junto con otros dos cónsules, Ricardo Capella evidencia su disgusto por las frecuentes visitas de los inmigrantes pensionados y jubilados a las oficinas consulares.El de Barcelona, es el segundo consulado más importante por número de empadronados de los cinco con que cuenta Venezuela en España (el primero es el de Madrid).
Los activistas le han hecho llegar esta grabación de forma exclusiva al corresponsal en España de Caraota Digital, Noé Pernía, ante la indiferencia y repudio con que el cónsul trata a las personas de la tercera edad, según le han comentado.
En la grabación, Ricardo Capella dialoga son sus interlocutores y se queja por las pretensiones de los afectados:
–Pregunten de dónde viene cada pensión, y no solamente pensiones, hay el que tiene la jubilación, está jubilado de una empresa, de la universidad y es pensionado. El otro día uno de ellos vino, diciendo que si se le murió la mujer y quería también que le dieran la de sobreviviente de la mujer, cuatro, sangrando al país. “Yo me lo merezco porque yo trabajé cincuenta años”, así lo dicen porque andan es detrás de los dólares de los venezolanos.
El gobierno de Venezuela se ha retrasado en los pagos de las obligaciones que tiene con estas personas desde 2015, por ello han surgido asociaciones de pensionados y jubilados que fortalecen el lobby con su reclamos ante los medios y las instituciones españolas para presionar a Caracas.
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