¿Cómo dirá usted? Bueno, así como hay leyes que se hicieron para
cumplirlas, las fechas también. Y todo gracias al concejal del pueblo
brasileño de Esperantina, Arimateio Dantas, que para compensar a su
esposa por algunas deudas sexuales que tenía, propuso un día dedicado a
estimular el placer sexual en su máxima expresión.
En un primer momento, los habitantes de Esperantina fueron obligados
por ley a que cada 9 de mayo, deberían realizar un esfuerzo para que su
pareja llegara a conseguir el orgasmo; posteriormente la fecha se
cambió al 8 de agosto y ahora, su celebración se ha extendido a diversos
los países del mundo.
A tanto llega la festividad que se dice que en Noruega es día
feriado y en Dinamarca el orgasmo es obligatorio, lo que significa que
el hombre que no cumple con satisfacer a su mujer es multado con un año
de abstinencia vigilada por una mujer policía.
Este ocho de agosto el mundo celebra el Día Mundial del Orgasmo
Femenino, lo que recuerda la capacidad transformadora de la sexualidad,
la oportunidad de que las mujeres se conozcan y propicien su propia
evolución.
Por 10 años consecutivos se ha estado celebrando este día, el cual
surgió en 2006 por iniciativa de Arimateio Dantas, concejal del pueblo
brasileño de Esperantina.
Motivos para festejar
1. Según un estudio realizado por el Instituto Kinsey de Estados
Unidos, solo un tercio de las mujeres en todo el mundo llegan al orgasmo
a partir de prácticas sexuales. Por lo tanto, ese tercio debe sentirse
parte privilegiada del planeta.
2. Según cerebros escaneados en mujeres durante el proceso de tener
un orgasmo, la mayor parte del cerebro “se apaga”, como si de algún
apagón provocado por una explosión se tratara.
3. El tiempo promedio de consecución del orgasmo es de unos 20
minutos y tiene un amplio margen de duración: de 13 a 51 segundos. Las
mujeres pueden experimentar un segundo orgasmo poco tiempo después del
primero. Esto se puede prolongar y alcanzar varios orgasmos
consecutivos.
4. Cuando el orgasmo es inminente, el tamaño de la vagina disminuye
un 30%. Esta se congestiona y aparecen contracciones musculares en el
útero.
5. Según estudios, la frecuencia de poder tener orgasmos tiene un
factor genético bastante fuerte. En el estudio, el 45% de las
variaciones de una mujer poder tener un orgasmo tiene un componente
genético.
6. Ya se está desarrollando el popularmente llamado “Orgasmatrón”,
un dispositivo que en al menos una de sus variaciones se conectará a la
espina dorsal de la persona y por medio de un control remoto le
permitirá experimentar “orgasmos a demanda”.
7. Según un estudio del 2008 realizado por científicos italianos, el
elusivo “Punto G” existe, y se confirmó su existencia al notarse
diferencias fisiológicas entre mujeres que dicen sentir intensos
orgasmos al estimularlo, y aquellas que no. Otros científicos dicen que
encuentra en la cara anterior de la vagina, a medio camino entre el
hueso del pubis y el cuello uterino. El punto G es un residuo prostático
embrionario que necesita ser estimulado a través de la presión, a
diferencia del clítoris que, en general, necesita caricias suaves.
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